El Perú es una nación rural desde sus orígenes, pues su territorio dividido en regiones naturales de costa, sierra y selva tienen inmensas áreas con suelos fértiles aptos para cultivos, sin embargo por malas políticas de gobierno no son aprovechadas para su desarrollo. No hay ni hubo grandes proyectos de desarrollo rural, razón por el cual hay abandono, erosión y desolación en el campo.
La estructura del estado y las políticas gubernamentales fueron y son dirigidos por urbanistas y el urbanismo en contrario al ruralismo, por tanto hay un brecha de relaciones y pugnas opuestas entre lo urbano y rural. Hoy el 90% del presupuesto de la república va dirigido al área urbana, y ese desequilibrio consolida el abandono y la pobreza rural.
El Perú del mañana. tiene que saber revertir ese desequilibrio y tener como gobernantes, legisladores y expertos a quienes sepan mirar el campo como la mejor opción para el desarrollo del país, especialmente para asegurar la alimentación y la productividad rural en todas sus variables y posibilidades.
Forestación, titulación territorial, preservación de cuencas pluviales, reservorios, incorporación de nuevas tierras de cultivo, carreteras de acceso, tecnología, seguridad alimentaria, y educación rural son las tareas urgentes que se deben acometer en los años venideros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario