En tiempos de crisis, y cuando los politiqueros se empecinan a dividir o polarizar al pueblo peruano tratando de jalar adeptos para sus apetitos erróneos, hay una energía que puede unir y fortalecer el espíritu de grandeza, fidelidad, autenticidad y confianza, y esa energía latente que nace de los corazones y las mentes de mujeres y hombres libres, honestos y lúcidos ES LA PERUANIDAD.
No existe otra razón, sentimiento ni valor que la PERUANIDAD. Y EL SER PERUANISTA, por eso una vez más invoco a la población a usar y darle significado y profundidad a esta gran palabra de amor sincero a la tierra donde hemos nacido, y por la cual también debemos sentirnos orgullos, y al ser orgullosos vamos a valorar aquello que perdura y no los hechos coyunturales que son volátiles.
En los hogares, en la escuela, en el trabajo, en la universidad; en el campo y ciudad; y en las tres regiones como son costa, sierra y selva debiera AFLORAR el verdadero sentir de nuestra PERUANIDAD-
.
